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Jueves 12 de Septiembre de 2019

Vale soñar

Tres jóvenes de Artigas invitan a animarse, a persistir en la búsqueda del crecimiento artístico.

Luana Olivera, Natali Costa y Sebastián Ruiz han recorrido un camino, participaron de Arte y Juventud, han grabado en las Usinas Culturales y actualmente integran la Orquesta Participativa de Soriano. 


Luana, Natali y Sebastián.


Consejos de jóvenes músicos del norte
Según Sebastián "vale soñar en grande porque las oportunidades aparecen gracias al esfuerzo, dedicación y mucha persistencia", cuenta que trabajan por y para la música y "han aprovechado cada tren".

Natali dice que "no hay regalo más grande para un artista que disfrutar el trabajo que realiza", agrega que trabajar en lo que apasiona es fundamental para tener continuidad.

Ambos se acuerdan con alegría de su primera presentación en público, en un local de comidas que contaba con música en vivo. Sobre el presente en la Orquesta Participativa dicen que estaban necesitando cuerdas para la orquesta y fueron invitados a participar, "hay sueños que se hacen realidad", dicen a la vez.

Más que dos
Sebastián Ruiz y Natali Costa integran un dúo que interpreta de forma instrumental algunas canciones populares de música electrónica, rhythm and blues contemporáneo y música pop; se han presentado en Artigas. Tocan sobre las pistas originales de las canciones utilizando guitarra para la base y violín para las melodías.

Sebastián cuenta que su papá es bajista; él estudió bajo, guitarra, canto, batería y trompeta; viene de una familia de músicos. Antes de irse de Artigas descubrió que la guitarra era su instrumento. Es técnico en interpretación (en guitarra) y técnico en dirección de coros, formado en la Escuela Universitaria de Música del Centro Universitario Región Litoral Norte de la Udelar. En este mismo centro Natali estudia dirección de coros y profesorado de música, dice sentir que el violín la eligió a ella.


Nacho Algorta - Orquesta Participativa de Soriano


Canto y cuerdas
Luana cuenta que ha tenido distintas búsquedas en sus estudios, que ha cambiado de rumbos, pero la música siempre ha sido un faro. Desde los diez años toma clases de música, ha aprendido a tocar diversos instrumentos: guitarra, violonchelo y saxofón. Pudo participar en la orquesta sinfónica juvenil de Artigas y decidió seguir con la guitarra y el violonchelo. Es autodidacta en canto, recuerda que siempre escuchó a su madre cantar, "canto lo que siento que está bien", dice.

En movimiento
Los tres han participado de Arte y Juventud; se presentaron en Colonia, Treinta y Tres y esperan respuesta para participar este año en Paysandú. Además el programa Circulación cultural ha posibilitado que realicen presentaciones en el territorio nacional. Explican que las oportunidades son pocas pero si se aprovechan cuando se presentan, y se las acompaña con mucho trabajo, sucede lo esperado.

Los tres integran la Orquesta Participativa de Soriano, cuentan que se transmite buena energía a los espectadores con una orquesta que baila mientras toca. Destacan el trabajo de Nacho Algorta, director de la Orquesta, para potenciar lo que cada músico puede brindar, cuentan que son una gran familia. 

Estos jóvenes han grabado en las Usinas Culturales de Artigas y de Salto. Cuentan con alegría que en febrero recibieron la llamada del coordinador de la Usina Cultural Artigas para invitarlos al festejo por los diez años de Usinas y cumplieron el sueño de llegar al Auditorio Nacional del Sodre.

Sebastián dice que "dedicarse a la música de forma genuina genera frutos", agrega que se les han abierto puertas que no imaginaban. 

Esperan que sus testimonios sirvan para que los jóvenes se animen a dedicarse a lo que les gusta. "Nos formamos, trabajamos mucho y ese esfuerzo se ve en cada acción que hacemos. Teníamos al Sodre, al Solís y a la Sala Zitarrosa como algo inalcanzable, hoy ya tocamos en esos lugares y estamos muy orgullosos de lo que vamos logrando", dicen Natali, Luana y Sebastián.

 

Vale soñar