Del Mar a Figari
Homenaje de Mirta Olivera al pintor de candombes
Agosto 2010
Las piezas escultóricas de Olivera captan la alegría del baile a la vez que declinan la individualidad del sujeto, que se diluye de este modo en la vitalidad arquetípica de los personajes de la Mama Vieja, el Gramillero, el Escobero, etc.
La llamativa constitución de las piezas creadas por Mirta (caracoles, bivalvos, huesos de aves, fósiles y maderitas que trajo la resaca marina) es otro aspecto que la acerca a la búsqueda de una visión integral del hombre y la naturaleza, como tanto ansiaba el filósofo Figari y como supo plasmar en su creación plástica y literaria.
Mirta Olivera nació en Montevideo en 1955. Comienza con la actividad escultórica de mayor, hacia el año 2004, en forma autodidacta. Desde entonces, y a pesar de no formar parte de ningún circuito institucionalizado de arte, sus obras han ido adquiriendo gran reconocimiento a nivel nacional e internacional y hoy integran colecciones de Canadá, E.E.U.U, Sudáfrica, Israel, España, Suecia, Venezuela, Argentina y Uruguay. En el correr del último lustro sus ensamblajes han evolucionado hacia un despojamiento progresivo de las figuras, en su mayoría relacionadas al candombe. Para sus ensamblajes utiliza restos de fauna marina, maderas que empuja la resaca y fósiles de la megafauna. Todo es utilizado sin modificar, manteniendo el color, las formas y texturas naturales. Actualmente asiste al taller de plástica del pintor Gustavo Alamón.