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El verano trajo color y un nuevo guión museográfico para la planta baja del Museo Figari.
Dos novedades importantes se incorporan a sus lógicas discursivas. La incorporación de gigantografías, en el marco de una mayor apuesta didáctica e informativa acerca de Pedro Figari, y la puesta en práctica de un concepto largamente acariciado por Pedro Figari primero y por la familia después: la vindicación de la figura del hijo y colaborador de Pedro, Juan Carlos Figari Castro (Montevideo, 1893 - París, 1927), quien falleciera en vida de su padre.
En los hechos estos dos conceptos son llevados al plano vertical de las paredes con las fotografías de gran formato de Pedro Figari, a la entrada del museo, con textos explicativos de su trayectoria en español, inglés y portugués sobre un fondo de azul ultramarino y celeste ceniza, de fuerte impacto visual y que se integran a otros sectores cromáticamente afines de la sala, como la intervención Las flores del ombú en uno de los patios interiores.
Sobre el final del recorrido de la sala se destina un amplio sector a la personalidad y a la producción de Juan Carlos Figari Castro, con textos alusivos y obras (óleos, pasteles y témperas) recientemente adquiridas por el museo, tanto de Pedro como de Juan Carlos, que enseñan similitudes y diferencias estilísticas entre sí. Acompañan este sector de vivo color verde, sendas vitrinas conteniendo documentación y objetos personales de ambos artistas.
En el correr de este mes de febrero se ampliará la cartelería con más detalles técnicos. La renovación del plan museográfico y la rotación de obras del acervo es parte de los atractivos que ofrece el Museo Figari en el momento de mayor concurrencia de visitantes espontáneos (es decir, que no provienen de visitas coordinadas con antelación ni de eventos especiales) con un importante componente de visitantes extranjeros.
Recordamos que la entrada al museo es libre y gratuita y que las salas cuentan con ambiente climatizado.