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Retrato de Mercedes
Una importante pintura de Juan Carlos Figari Castro ha sido donada al museo por la Asociación de Amigos del Museo Figari. Se trata de un retrato de Mercedes Figari Castro (pastel sobre cartón, 61 x 36 cm), hermana del artista e hija de Pedro Figari y María de Castro. La pieza destaca por su delicada factura y su entonación en colores fríos: denota la sensibilidad y el talento precoz de este joven artista que con un trazo suelto capta el aire circunspecto de la figura. Debió pintarse al inicio de la segunda década del siglo XX (Mercedes fallece de muy joven en el año 1918), cuando Juan Carlos era un estudiante de arquitectura y acompañaba a su padre, Pedro, en la práctica del dibujo y la pintura al aire libre. Otro retrato de Mercedes fue exhibido años atrás (2011) en la gran muestra retrospectiva que el Museo Figari tributara a Juan Carlos. (“Mi hermana Mercedes”, óleo sobre cartón 23 x 14,5 cm, Colección del Museo y Archivo Histórico Municipal Cabildo de Montevideo).
La presente obra fue objeto de un meticuloso trabajo de restauración por la conservadora del museo y especialista en restauración en papel, Alicia Barreto. (Se adjunta el informe).
En su parte posterior el cuadro presenta un escrito como certificado de autenticidad: “Certifico que este dibujo coloreado que representa a mi hermana Mercedes, fallecida en el año 1918 es obra auténtica de mi hermano Juan Carlos. Emma Figari Castro. Montevideo 20/1/52)”
De esta manera, la obra pasará a integrar el acervo del museo compuesto no sólo por piezas maestras de Pedro Figari sino también por las de su hijo Juan Carlos, ya que, al decir de Carlos Herrera Mac Lean, juntos conformaban un auténtico “binomio creativo”.
Mi hermana Mercedes
Óleo sobre cartón 23 x 14,5 cm
Colección del Museo Figari
Es para el Museo Figari un deber echar luz sobre la producción pictórica de Juan Carlos Figari Castro (Montevideo 1893- París 1927), que es poco conocida pese a los reclamos de atención que en su tiempo realizara su propio padre y el estrecho círculo de críticos y allegados al artista. Juan Carlos acompañó a su progenitor en cada una de sus grandes gestas creativas. Se inició en al pintura de adolescente cuando su padre, ya maduro, tomó la decisión de internarse por ese camino del arte; colaboró activamente con la reforma pedagógica de la Escuela de Artes y Oficios; se radicó y pintó con él en Buenos Aires en donde expusieron juntos por primera vez. Finalmente, luego de abandonar su actividad pública como artista, se dedicó a apuntalar la trayectoria profesional de Pedro Figari en Europa. Su muerte, acaecida a los 33 años de edad, vino a clausurar una atendible carrera de pintor y significó un duro golpe para don Pedro, que vio de este modo derrumbarse la base anímica sobre la que se asentaba su fuerza creadora.