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Las etapas pictóricas de Figari
Apertura: 11 de junio
Cierre: 7 de setiembre
Se ha extendido una idea errónea acerca de la formación pictórica de Pedro Figari. Con frecuencia se dice que comenzó a pintar a una edad madura, que no sabe dibujar o que es un pintor ingenuo, y que pintó casi exclusivamente candombes.
Figari expuso por primera vez, junto con su hijo Juan Carlos, en la galería Müller de Buenos Aires en junio de 1921, cuando estaba por cumplir 60 años de edad. Pero desde muy joven había incursionado en la pintura. Con 24 años asistió a las clases del profesor italiano Goffredo Sommavilla, y en su primer viaje a Europa, recién casado con María de Castro, frecuentó el taller milanés del pintor Virgilio Ripari. Pasados los años, a inicios del siglo XX, aprovechando sus días de descanso solía ir a pintar al aire libre con sus amigos Pedro Blanes Viale y Milo Beretta. Visitó museos y colecciones privadas de América y de Europa. Durante la dirección de la Escuela Nacional de Artes y Oficios (1915-17), y con la ayuda de su hijo mayor, dedicó muchas horas a dibujar y a elaborar proyectos de muebles, herrajes, luminarias y cerámicas.
La confusión del “caso Figari” proviene, principalmente, del hecho de que era un adulto mayor cuando se dedicó de lleno a la pintura, abandonando las demás vocaciones por las que era conocido públicamente. Entonces, el éxito como artista no tardó mucho en llegar y en quince años de esfuerzo continuado produjo abundante y variada obra pictórica.
Camino de Pedro Figari, óleo sobre tabla de 35 x 45 cm, firmado en 1907 bajo el seudónimo de P. Merlín.
Con la exposición La pintura de Figari. Etapas de su desarrollo creativo. se pretenden derribar algunos mitos en torno a su formación artística. Algunos de estos mitos son contradictorios entre sí, pero han sido repetidos desde sus días hasta la actualidad. A saber:
1. Que la genialidad del pintor surge de manera solitaria y espontánea.
2. Que pinta con manchas porque no domina bien el dibujo.
3. Que no se distinguen etapas en su obra porque pintó siempre en un mismo “estilo”.
4. Que sólo pinta candombes y bailes criollos.
5. Que su hijo artista y colaborador Juan Carlos fue un mero imitador del padre.
Con la exhibición de pinturas, acuarelas, dibujos, bocetos, fotografías y documentos de distintas épocas los visitantes podrán descubrir cómo Pedro Figari fue construyendo paso a paso una obra de excepcional rigor y variada temática. Estudiaremos las técnicas y procedimientos de ambos artistas –padre e hijo– y su ubicación en el contexto de las corrientes pictóricas de su tiempo.
"Puedo afirmar que me he formado una manera adecuada a los temas que trato. Para pintar, yo no tomo la paleta y me planto frente al lienzo con la resolución de embadurnarlo, haciendo parodia de la realidad. No soy como los pintores; trabajo mucho en idear y sentir con reposo. ¿Cómo podría pintar con fidelidad aquella trilla?, me pregunto. Y el cuadro de la trilla, como todos los míos, es obra de un proceso de evolución, de intuición y de estudio. Evoco y sugiero." (Pedro Figari entrevistado en revista Atlántida, Año VI. N° 271, pág. 5, “El hombre del día. Pedro Figari, el pintor tradicionalista” Buenos Aires 14/6/1923.)