Apertura: 17 de noviembre 2020
Cierre: 31 de diciembre 2020

El Museo Figari cumple diez años y lo celebra con una serie de exposiciones e intervenciones curatoriales en museos e instituciones amigas. Bajo el título Figari y sus contemporáneos se busca establecer un diálogo entre las obras de Pedro Figari y el círculo de sus artistas amigos y allegados.

Al mismo tiempo, se intenta poner en relación el acervo patrimonial de los museos uruguayos siguiendo un mismo eje transversal que los une en la temática figariana.

El cosmopolita pintor Carlos Castellanos (Montevideo, 1881-1945) compartió con Figari un temprano entusiasmo por las culturas americanas, ya que en 1913 viajó por Brasil, Bolivia y Paraguay, sintiéndose deslumbrado por sus gentes y por sus pasajes, en particular, y al igual que Pedro Blanes Viale, por las exuberantes Cataratas del Iguazú. Aunque la clave de esa mirada americanista estuvo, como en buena parte de su ecléctica obra, teñida de exotismo, Castellanos logró integrar las conquistas del luminismo español a una visión ampliada del fenómeno artístico: hizo tapices, murales, grabado, cerámica y diseño de mobiliario... y allí hay otro punto de contacto con las ideas de Figari.

Castellanos se había formado con Carlos María Herrera en Uruguay y con Joaquín Sorolla en España, se radicó un tiempo en Mallorca y en París, viajó por Europa y por Argelia y Túnez, y absorbió todo cuanto de refinado y luminoso encontró a su paso. Amistó en Montevideo con Figari, fue integrante de la Agrupación de Artistas Uruguayos, en la que también estaban Cuneo, Milo Beretta y Guillermo Rodríguez, entre otros, y que en 1914 nombraron a Figari miembro honorario. Se frecuentaron años más tarde en París. Castellanos registra su firma seis veces en los libros de visitas de la exposición séxtuple que el veterano artista Figari realizó entre mayo y junio de 1931 en la Galería Castelucho Diana. Observando la totalidad de la producción pictórica de ambos, sus imaginarios están más próximos de lo que en primera instancia se podría imaginar.

Blanes Viale 1924                                            Carlos A. Castellanos 1904

Por otro lado, Pedro Blanes Viale (Mercedes, 1879-Montevideo, 1926) frecuentó a la familia Figari Castro desde principios del siglo pasado: testimonio de este vínculo son los impresionantes retratos de María Elena Figari Castro (hija de Figari) y de María de Castro (esposa), aquí exhibido. Al igual que Carlos Castellanos, Blanes Viale tuvo un pasaje formativo con Sorolla y conoció largas estadías en Mallorca, donde capturó la luz del Mediterráneo para aplicarse, en Uruguay, al descubrimiento local de esos efectos luminosos y esos cargados empastes pictóricos que le reportaron no pocos éxitos. Junto con Milo Beretta; Pedro Figari y Juan Carlos Figari Castro, pintaron al aire libre, codo a codo, en las quintas del Prado y en los médanos de Malvín. Se hermanaron en plenairismo y en la búsqueda de un estilo personal.

Pedro Blanes Viale. Retrato de la Sra. Maria Castro de Figari. 1907. Colección MNAV.

Obsesionado con los paisajes del Iguazú, pero también con el paisaje del campo nuestro que recorrió a lo largo y ancho, dejó su impronta personal -recordada serie de pinturas del Arequita- y ayudó a introducir el impresionismo en un medio tan cauto y recatado como el uruguayo. Preocupado por una visión americana, Blanes Viale incursionó en la pintura histórica con enormes lienzos de fuerte cromatismo. Fue uno de los últimos exponentes de ese linaje de pintores a los que se les solicitaban grandes y prestigiosos encargos. Ahí, en ese registro más bien ampuloso de la historia, se distancia de la mirada evocadora de Figari, pero en ellos la pintura fue como un gran cause de luz de donde pueden salir desde cursos amplios hasta delicadas líneas de color.

Castellanos, Blanes Viale, Figari: tres amigos que compartieron una visión americanista de la pintura, cada cual a su hora y en sus términos. No es casual que el actual guión del Museo Nacional de Artes Visuales los coloque en la misma línea, hermanados en la luz y en la fuerza de sus visiones.

Agradecimiento especial a Enrique Aguerre.

Museo Nacional de Artes Visuales
Dirección Tomás Giribaldi 2283 esq. Julio Herrera y Reissig
Horario de martes a domingo de 13 a 20 horas