Se hizo desear. Fue anunciado y prometido en varias oportunidades. Finalmente, luego de un año y medio que comenzaran los trabajos de obra en el antiguo "pozo" del viejo ascensor desmantelado, el Museo Figari estrena un equipo nuevo, de accesibilidad universal. Las demoras se debieron a múltiples causas. Algunas más que justificadas: hubo de realizarse un estudio de impacto arqueológico, propio y natural ante cualquier emprendimiento que cómo este, modifique el sustrato de bienes declarados Monumento Histórico Nacional ubicados en el área más antigua de la ciudad. (Lamentablemente para nuestra historia nacional y felizmente para el funcionamiento edilicio, los arqueólogos no hallaron ninguna ruina o reliquia preciada).
También hubo demoras en la importación de los equipos pues, por tratarse de un espacio reducido (el antiguo "pozo" de un siglo de antigüedad), el modelo del ascensor y su maquinaria exterior hubo de traerse del extranjero. La espera valió la pena. Un ascensor de hermosa cabina con capacidad para seis personas que cumple con todas las normativas, de bajo consumo de energía (celoso del medio ambiente) accesible para silla de ruedas, luce al traspasar el umbral del portal art nouveau del museo.
Como otras de las añoradas metas que el equipo del museo se propuso años atrás, los trabajos se iniciaron en la administración anterior y culminaron en ésta. Por tal razón, queremos agradecer el impulso brindado por el ex Director de Cultura Hugo Achugar y del ex Ministro Ricardo Ehrlich, así como saludar la continuidad y el renovado apoyo de la actual dirección y ministerio. Agradecemos también el apoyo brindado en todo momento por la Arq. Gabriela Gallardo de la Comisión Nacional de Patrimonio Cultural, la asesoría del Arq. Luis Beltramelli, las empresas Lima Construcciones y OTECAS y finalmente, la eficiente gestión y el sostenido compromiso de nuestro compañero de la DNC, Gustavo Piegas.
Queda mucha tarea por delante respecto a mejorar las condiciones de accesibilidad e inclusión en términos edilicios, como por ejemplo, la adecuación de los baños para personas con discapacidades motrices o la adquisición de una plataforma inclinada para la escalinata de acceso, entre otras. Pero creemos que este es, más que un paso importante, una verdadera "elevación" de los estándares de servicio al público,que todo museo que se precie de tal debe cumplir.
