El clima no acompañó a Museos en la Noche pero eso no pareció importarle a la nutrida concurrencia que se dio cita en el Museo Figari y que terminó por colmar sus instalaciones. La verdad es que el clima fue de fiesta.
Natalia Lambach sorprendió con su actuación en La actriz (monólogo escrito por Noel Coward y adaptado por Sergio Otermin) con un manejo notable de los tiempos de escena, gran soltura y humorísticas “salidas” que hicieron las delicias de los espectadores.
Eduardo Nogareda y Fernando Pareja brindaron un espectáculo de gran profesionalismo y poder de sugestión (presentaron su disco Ruido de poemas). Nogareda posee una voz privilegiada que sabe modular como pocos poetas en nuestro medio. Con el acompañamiento musical de Fernando Pareja, realizaron un viaje por la experiencia vital de la poesía, desde la mirada melancólica del niño, pasando por los sabores y sinsabores del amor, hasta llegar a proponernos un desafío “desde su mismo hueso” a la muerte. Tampoco faltó el humor a esta cita, ni el guiño inteligente, vallejiano, a un público que se mantuvo en todo momento expectante.
El punto culminante de la noche lo dio la propuesta de Proyecto Mestizo. Una decena de músicos, cantantes y bailarines, intercambiaron estos roles tan rápido como sus instrumentos musicales, demostrando una gran versatilidad técnica y un conocimiento profundo de las tradiciones musicales americanas. Lograron literalmente que bailara todo el público en un espectáculo que no decreció en su ritmo en más de una hora de duración. Las rumbas, las cumbias, los candombes y un sinnúmero de expresiones musicales “mestizas” contagiaron de alegría y goce a los concurrentes –y a los mismos músicos- de tal modo que los personajes de los bailongos y candombes de Figari parecían estar “en su salsa”, otorgando el marco ideal para una fiesta que nadie quería culminar.
El Museo Figari agradece a todos los artistas y creadores que participaron en esta noche por su entrega en escena y la envidiable energía que dispensaron. Y al público que acompañó los espectáculos, con gran cuidado y respeto a las instalaciones del museo y a las exposiciones presentes, sin dejar por ello de disfrutar de todas las propuestas. Lo escrito al principio: fue una noche de fiesta que difícilmente olvidemos quienes estuvimos presentes.
Un broche de oro para cerrar este año en que festejamos el cumpleaños 150 de Pedro Figari.