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Jueves 18 de Diciembre de 2014

IIBCE abierto

En su 15ª edición, el Instituto Clemente Estable abrió sus puertas a niños, jóvenes y adultos

¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando desarrollamos distintas conductas? ¿Qué podemos descubrir estudiando las bacterias? Las arañas, ¿son venenosas?. El equipo del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable abrió sus puertas el 18 de diciembre para develar estas y otras interrogantes junto a visitantes de todas las edades que llegan de distintos puntos del país.



Este es el caso de Valentín (9 años), que junto a su amigo Diego vino desde Pocitos por primera vez a disfrutar de la 15ª edición del “IIBCE abierto”. De todos los stands que visitó, el que más le atrajo fue el de las arañas, donde pudo ver distintas especies y conocer que en su mayoría son inofensivas – sólo un 9% de las arañas que habitan nuestro país son venenosas-. “Vimos las bacterias, las células y tengo imágenes de cerebros de ratas”, cuenta con entusiasmo Valentín.   

El director del Instituto, Pablo Zunino, contó que el “IIBCE abierto” surgió en 1999 “como una manera de expresar la necesidad que sentíamos de comunicar y difundir lo que se hace puertas adentro, cotidianamente”. Una de las características principales de esta actividad desde sus comienzos, es que son los jóvenes investigadores quienes se encargan “con una vocación impresionante” de la organización del evento.

En sus inicios, esta actividad era visitada más que nada por vecinos y gente cercana a los investigadores, pero con el correr de los años se fue popularizando hasta alcanzar alrededor de 500 visitas en 2013.

En uno de los stands más atractivos tanto para niños como para adultos -titulado “las arañas, nuestras amigas”- se exhiben distintas especies de antrópodos, hay juegos donde los niños pueden descubrir dónde las arañas construyen sus telas y de qué tipo de animales se alimentan.


Carmen Viera, doctora en ciencias biológicas e investigadora del IIBCE, explica que a través de distintas actividades lúdicas, se procura que los niños descubran algunos de los rasgos principales de las arañas, como el hecho de que tengan cuatro pares de patas – y no tres como los insectos – y que se alimenten fundamentalmente de insectos.

Además, en el stand se exhiben videos con las diversas arañas que están presenten en Uruguay y la región y se pueden ver bajo una lupa las diferencias entre machos y hembras y su reproducción.

Viera aclara que uno de los principales objetivos del equipo es “trabajar los miedos, las fobias” y mostrar que mientras los mayores son más temerosos hacia las arañas, “los niños son más proclives a ser curiosos, ver cómo comen” y no muestran tanto temor.

A través de un estudio en dos escuelas, el equipo descubrió que los niños de zonas periurbanas que están en mayor contacto con la naturaleza no presentan tanto miedo a las arañas como los alumnos de zonas urbanas.

 


Acceda al programa completo de actividades.

EO/NU

IIBCE abierto